José-Miguel Ullán, el hombre blandengue
Cierta imagen legendaria sitúa a un joven José-Miguel Ullán en París, completamente vestido de blanco, despotricando contra las antologías poéticas y protagonizando secuestros y escándalos literarios. Siempre fue, aunque no se lo reconocieran, en la poesía un novísimo y en la crónica periodística un precursor y un agitador. Se había exiliado huyendo del servicio militar y regresó a España una década después, el año de la muerte de Franco, con todo leído y sus folias y sus filias -a las que siempre fue fiel- bastante asentadas. Sus crónicas en «El País», durante finales de los setent...més »