dissabte, 8 de novembre del 2025

 El poder de Palantir: ¿qué tan peligrosa es esta compañía de cibervigilancia?

Palantir Technologies, fundada en 2003 por Peter Thiel y Alex Karp, se presenta como una empresa de análisis de datos impulsada por IA, pero su reputación está marcada por su rol en la integración y vigilancia de información masiva. Nombrada en honor a las "palantíri" de El Señor de los Anillos —piedras mágicas que permiten ver a distancia, pero también manipular y engañar—, Palantir ha crecido hasta valer cientos de miles de millones de dólares, gracias a contratos gubernamentales. Su software, como la plataforma Gotham, integra datos fragmentados (registros policiales, redes sociales, biometría, historiales de viaje) en perfiles unificados y buscables, permitiendo a agencias como la CIA, el Departamento de Defensa de EE.UU. (DoD), Inmigración y Control de Aduanas (ICE) o el IRS rastrear individuos y redes en horas, en lugar de semanas. En 2025, su influencia se ha expandido: el DoD le otorgó contratos multimillonarios para inteligencia en el campo de batalla y análisis de IA (agosto de 2025), mientras que el IRS la contrata para manejar datos fiscales en el contexto de la administración Trump (mayo de 2025). ICE ha invertido más de 200 millones de dólares en sus herramientas para el sistema de Gestión de Casos de Investigación, incluyendo un nuevo "ImmigrationOS" basado en IA para rastrear migrantes.Alcance y poder: Un "sistema nervioso" globalPalantir no vende productos al consumidor común; su clientela son gobiernos, militares y corporaciones. Se autodenomina el "sistema nervioso" de la OTAN, alimentando estrategias de guerra con IA a través de proyectos como Maven, que incluye "apuntado predictivo" y lógica de "pre-crime" (delitos preventivos). En salud, ayudó a gestionar la base de datos COVID del NHS en el Reino Unido, lo que generó demandas por el uso de registros médicos privados para entrenar IA sin consentimiento pleno. En 2025, bajo la administración Trump, se le encarga compilar datos sobre estadounidenses, lo que podría exponerla a brechas o abusos políticos. Su expansión incluye vigilancia de protestas pro-Palestina y migrantes, usando herramientas como Gotham para etiquetar a personas como "subversivas" basadas en patrones de datos.
Plataforma clave
Uso principal
Clientes destacados (2025)
Gotham
Integración de datos para perfiles de inteligencia y vigilancia predictiva
ICE, NYPD, DoD, CIA
Foundry
Análisis de datos para salud y finanzas
NHS (UK), CDC, IRS
Tiberius
Rastreo de vacunas y biosurveillance
CDC (COVID), OTAN
Este ecosistema crea dependencia: una vez implementado, es difícil desmantelarlo, y sus usos tienden a expandirse más allá de los mandatos iniciales, desde control migratorio hasta supresión de protestas.Controversias: Los riesgos de la "visión total"La "peligrosidad" de Palantir radica en su capacidad para habilitar vigilancia masiva sin transparencia. Críticos la ven como la versión privatizada del programa "Total Information Awareness" (TIA) del Pentágono post-11S, un sistema de vigilancia total que fue cancelado por ser inconstitucional, pero resucitado a través de empresas como esta. Sus orígenes: financiada por In-Q-Tel (brazo de capital de riesgo de la CIA), con su primer (y único) cliente durante años siendo la agencia de inteligencia.
  • Privacidad y derechos civiles: Gotham permite perfiles basados en atributos como tatuajes, estatus migratorio o afiliaciones, facilitando el "perfilado masivo" de comunidades enteras (ej. musulmanes post-9/11 o activistas). En 2025, se usa para rastrear manifestantes pro-Palestina y migrantes, raspando redes sociales por "antisemitismo" o discurso anti-ICE. Errores algorítmicos —opacos por su naturaleza propietaria— pueden incluir a inocentes en listas de deportación o "riesgos de seguridad", con consecuencias irreversibles.
  • Policía predictiva y "pre-crime": En ciudades como Los Ángeles y Nueva Orleans, sus herramientas marcan a personas como "riesgos" por asociaciones, sin transparencia ni debido proceso. El consejo de Nueva Orleans ni siquiera sabía de su implementación. Esto evoca abusos históricos, como la vigilancia de activistas de derechos civiles en los 60 o anti-guerra en Vietnam, pero a escala y velocidad inéditas.
  • Ética y poder corporativo: Vinculada a élites (Thiel, conexiones con Epstein y Barak), Palantir recibe subsidios masivos (800 millones del Pentágono en "seguridad IA") pagados con dinero público, sin competencia real. Críticos la llaman "parásito federal" que infiltra sistemas sin consentimiento, desde lecturas de placas (Flock en 4.000 ciudades) hasta scraping de redes sociales. En Gaza, ha sido acusada de facilitar "genocidio" al proporcionar IA para targeting, aunque lo niega.
En X (antes Twitter), la percepción es mayoritariamente alarmista: "Palantir no es solo una empresa de tech: es un leviatán de vigilancia disfrazado de innovación", tuiteó un usuario en junio de 2025, sumando miles de interacciones. Otro la describe como "arquitectura de una prisión digital".La defensa de Palantir: "No somos vigilancia"La compañía rechaza categóricamente ser una "empresa de vigilancia": "No realizamos vigilancia, no proporcionamos servicios de vigilancia ni vendemos software para vigilancia ilegal", afirma en su blog de septiembre de 2025, corrigiendo un artículo de The American Conservative. Insiste en que sus herramientas solo permiten interactuar con datos a los que las agencias ya tienen acceso legal, con salvaguardas como minimización de datos, controles de acceso y límites de propósito. Contribuyen a enforzar leyes de privacidad (ej. contra divulgaciones no autorizadas) y se comprometen con derechos humanos. Niegan vínculos con herramientas NSA como XKEYSCORE y descartan acusaciones de "genocidio" o targeting político como "absurdas".¿Qué tan peligrosa es? Una evaluación equilibradaPalantir no es inherentemente "malvada" —sus herramientas han modernizado sistemas obsoletos, como en salud pública o logística militar, y podrían innovar en campos éticos si se regulan—. Pero su peligro radica en la escala: habilita un "estado de seguridad preemptivo" donde la vigilancia predictiva erosiona libertades sin supervisión independiente. Sin reglas claras, normaliza el control algorítmico sobre comunidades vulnerables, con riesgos de abuso político (ej. bajo Trump) o brechas masivas. En una era de IA federalizada —donde leyes como la "Big Beautiful Bill" de Trump bloquean regulaciones estatales por una década—, Palantir representa un poder concentrado que prioriza eficiencia sobre accountability.En resumen, es peligrosa no por malicia declarada, sino por su opacidad y expansión inercial: un "ojo que todo lo ve" que podría transformar la gobernanza en un grid de control digital. La clave está en la voluntad política para oversight —de lo contrario, como advierten expertos, "se convierte en el modo predeterminado de gobernar". Si te preocupa, sigue el rastro de contratos públicos y exige transparencia; el futuro no está escrito, pero Palantir ya lo está mapeando.

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