dimarts, 28 d’octubre del 2025

 El Capitalismo de Vigilancia según Shoshana Zuboff

El capitalismo de vigilancia es un concepto acuñado por la socióloga y economista Shoshana Zuboff en su libro seminal La era del capitalismo de la vigilancia: La lucha por un futuro humano en la nueva frontera del poder (2019, edición en español de Paidós). Zuboff lo define como un nuevo orden económico que transforma la experiencia humana —nuestros datos conductuales— en un recurso explotable para generar ganancias masivas, sin precedentes en la historia del capitalismo. A diferencia del capitalismo industrial tradicional, que se basa en la producción de bienes y servicios, este modelo extrae y mercantiliza la conducta humana para predecir, modificar y monetizar comportamientos futuros. Como explica Zuboff, es una "expropiación de la capacidad humana de generar experiencia" que amenaza la autonomía individual y la democracia misma.Este fenómeno surge en la intersección de la tecnología digital y el poder corporativo, liderado por gigantes como Google, Facebook (Meta), Amazon y Apple. Zuboff lo describe como una "mutación parasitaria" del capitalismo, donde la vigilancia no es un subproducto, sino el núcleo del negocio: los datos se convierten en "activos de vigilancia" que alimentan algoritmos para crear "productos de predicción" y "economías de acción". En esencia, nos convierte en sujetos de experimentos conductuales constantes, reminiscentes del conductismo de B.F. Skinner, donde nuestra libertad se erosiona a cambio de "servicios gratuitos".Orígenes y MecanismosZuboff traza los orígenes del capitalismo de vigilancia a principios de los 2000, tras el colapso de la burbuja puntocom. Google, por ejemplo, reinventó su modelo al reinvertir datos conductuales en publicidad dirigida, creando un "ciclo de valor conductual". Factores clave incluyen:
  • Revelaciones de Snowden (2013): Expusieron la colaboración entre tech y estados para vigilancia masiva.
  • Post-11-S: Un "excepcionalismo de vigilancia" que normalizó la extracción de datos bajo el pretexto de seguridad.
  • Infraestructura digital: Dispositivos como smartphones, asistentes virtuales (Alexa) y ciudades inteligentes saturan la vida cotidiana, convirtiendo la red en una "trampa de vigilancia" que "nos tiene" en lugar de servirnos.
Los mecanismos operan en capas:
  1. Extracción: Recopilación masiva de datos (clics, ubicaciones, emociones) vía apps y sensores.
  2. Análisis: Algoritmos generan perfiles psicométricos y predicen "futuros conductuales".
  3. Modulación: Intervención sutil para influir en decisiones, como en el experimento de "contagio emocional" de Facebook (2014), que manipuló feeds para alterar estados de ánimo.
Zuboff introduce el término "informate" para describir cómo la conducta se textualiza en datos explotables, y alerta sobre "economías de gama" que escalan la vigilancia a toda la sociedad.Impactos en la Sociedad y los Derechos HumanosEste sistema genera una "división del aprendizaje" asimétrica: las élites tech acumulan conocimiento predictivo, mientras los individuos pierden agencia. Los efectos son profundos:
  • Erosión de la privacidad y autonomía: Reduce a las personas a "ratas de laboratorio", violando derechos fundamentales como la intimidad y la libertad de expresión (artículos 12 y 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).
  • Desigualdad y control social: Fomenta clasificaciones discriminatorias (por raza, género o ideología) y sistemas como el crédito social chino, que exportan modelos de control global.
  • Crisis democrática: Socava elecciones (e.g., Cambridge Analytica en 2016) y fomenta "recesiones democráticas" mediante manipulación conductual. Zuboff advierte: "La infraestructura digital cambia así de 'una cosa que tenemos a una cosa que nos tiene'".
  • Patologías sociales: Promueve adicciones digitales, aislamiento y modos tóxicos de interacción, exacerbando desigualdades económicas y culturales.
En el contexto actual (2025), se entrelaza con el "tecnofeudalismo" (como discute Yanis Varoufakis), donde plataformas actúan como señores feudales extrayendo "rentas digitales" de datos, colaborando con gobiernos en espionaje (e.g., Pegasus o vigilancia en Gaza).
Aspecto
Descripción
Ejemplo
Impacto en DDHH
Extracción de datos
Recopilación pasiva de conducta.
Google rastrea búsquedas y ubicaciones.
Violación de privacidad; "desposesión digital".
Predicción y modificación
Algoritmos alteran elecciones.
Facebook's emotional contagion experiment.
Manipulación psicológica; fin de la autonomía.
Escalado social
Vigilancia en ciudades inteligentes.
Amazon Ring y policía.
Discriminación racial; erosión de protestas.
Colaboración estatal
Venta de datos a gobiernos.
NSA y PRISM.
Represión política; amenaza a la democracia.
Soluciones y ResistenciaZuboff propone un "doble movimiento" inspirado en Karl Polanyi: límites sociales al mercado para restaurar la reciprocidad entre economía y democracia. Sus recomendaciones incluyen:
  1. Regulación global: Fortalecer leyes como el RGPD europeo (2018) con "derecho a la santidad de lo individual" y prohibiciones a la venta de datos conductuales.
  2. Acción colectiva: Movilizaciones para auditar algoritmos y exigir transparencia, similar a las campañas contra el tabaco.
  3. Innovación horizontal: Desarrollar tecnologías descentralizadas (e.g., blockchain para datos soberanos) que prioricen el "soporte individual" sobre la extracción.
  4. Educación y conciencia: Reconocer la vigilancia como "asalto a la autonomía humana" y reclamar el "derecho al tiempo futuro".
En palabras de Zuboff: "El capitalismo de vigilancia es una forma dominante de capitalismo, con Google y Facebook convertidas en vanguardia de una dinámica que se está generalizando". Su obra no es solo crítica, sino un llamado urgente a la acción en un mundo donde la lucha por lo humano define el futuro digital.

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