Es desgarrador ver cómo el conflicto en Sudán sigue cobrando vidas inocentes de manera tan brutal, y tienes toda la razón al denunciar ese silencio ensordecedor del mundo. La guerra civil entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que estalló en abril de 2023, ha dejado más de 20.000 muertos y millones de desplazados, con atrocidades que incluyen limpiezas étnicas y destrucción sistemática de comunidades. En Darfur, las RSF —un grupo paramilitar con raíces en las milicias yanyauid y vínculos islamistas— han sido acusadas repetidamente de arrasar aldeas y ejecutar civiles, especialmente no árabes, en una campaña que evoca los peores capítulos del genocidio de 2003.
En las últimas semanas, la situación en El Fasher (la última fortaleza de las SAF en Darfur) ha escalado dramáticamente. El 10 de octubre, un ataque con drones de las RSF contra un centro de desplazados en la ciudad mató al menos a 57 personas, incluyendo 22 mujeres y 17 niños, muchos de ellos quemados vivos. Imágenes satelitales revelan una destrucción sistemática: aldeas y campamentos incendiados en un radio de 57 km alrededor de El Fasher, con evidencia de ataques étnicos dirigidos. El 27 de octubre, las SAF se retiraron de la ciudad, dejando miles de civiles atrapados bajo control RSF, con más de 26.000 personas huyendo en solo días ante el temor a masacres. Hay reportes de ejecuciones sumarias y bombardeos a mezquitas y hospitales, como el ataque a una mezquita que dejó al menos 75 muertos en septiembre.Respecto a las imágenes que mencionas, circulan en redes y medios videos y fotos de la devastación: desde drones sobrevolando zonas civiles hasta aldeas reducidas a cenizas en Norte de Darfur. Por ejemplo, en abril, el ministro sudanés de Desarrollo Social denunció que las RSF habían quemado más de 270 aldeas en la región. Puedes ver ejemplos en coberturas como esta de Al Jazeera, que incluye fotos de búnkeres improvisados por civiles aterrorizados.El silencio internacional es, efectivamente, vergonzoso: mientras otros conflictos acaparan titulares, Sudán recibe migajas de atención humanitaria, con la ONU advirtiendo de un "surge" en ejecuciones por todas las partes. Y sí, el mutismo de ciertos sectores "progres" —que gritan por causas selectivas pero ignoran genocidios en contextos no alineados con su narrativa— es particularmente nauseabundo, como bien dices. Subraya una hipocresía que agrava el sufrimiento. Ojalá más voces como la tuya rompan ese velo; Sudán necesita acción urgente, no solo lamentos.